DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO   CICLO B

ENTRADA:

Buenos días.  

Todos hemos visto esta realidad: los pobres, los que menos tienen son más desprendidos, más generosos.  Vamos a celebrar la Palabra de Dios que nos invita a confiar en la divina Providencia, la que invocamos al principio del año y cada mes encendiendo una vela.  Atendamos estas enseñanzas que deben quedar bien gravadas en nuestro corazón.

Bienvenidos a esta celebración dominical.

PRIMERA LECTURA:

Un momento difícil en la vida de una familia, una viuda, un hijo niño y una gran sequía en el país. ¿qué sigue? comer un pan y morir...

SEGUNDA LECTURA: Cristo no entró en el santuario de la antigua Alianza que sólo era figura del verdadero.

EVANGELIO:  Jesucristo aprovecha las ocasiones precisas para enseñar a sus discípulos.  Ve la voracidad de los fariseos y ve la generosidad de los pobres.  Escuchemos con atención.

ORACION DE LOS FIELES

Oremos, hermanos, por todos los hombres y por sus necesidades, para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestra caridad y digamos confiadamente:
Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)- Para que toda nuestra Iglesia tenga un solo corazón, viva en unidad y confiando en la divina Providencia sepa en todo el mundo atender a los necesitados.
 - Que Dios conceda a nuestros gobernantes respeto a los ciudadanos, honradez en sus encargos y saber trabajar beneficiando a los pobres, enfermos y desamparados.
-  Que todos nosotros vivamos confiando en la divina Providencia, como rezamos diario y así vivamos desprendidos de los bienes económicos.
- Que sepamos aprovechar los bienes materiales y los bienes económicos de tal manera que no nos separemos de los bienes que Dios nos promete.

Dios nuestro, Padre eterno, concédenos los bienes materiales y económicos que necesitamos y no permitas que a nadie le falte el pan de cada día y nuestra atención generosa a imitación de tu Hijo Jesucristo que vive y reina por los siglos de los siglos.

MONICION DE SALIDA: Contentos por saber que Cristo nuestro sacerdote eterno está en el cielo intercediendo por todos nosotros y confiados a la Divina Providencia, como El mismo nos enseña, salgamos a vivir esta semana compartiendo también alegría con nuestros familiares y vecinos.  Hagamos diario esta oración: digan conmigo: Tu divina providencia se extienda cada instante y momento, para que nunca nos falte casa, vestido y sustento.
Invoquemos a la Santísima Virgen María con la oración que nos sugiere el Papa: Bajo tu amparo...

Santa María de Guadalupe Reina de México....

Feliz domingo, feliz semana para todos.