DOMINGO DE RAMOS CICLO B
ENTRADA
La misa empieza con la procesión de palmas.
PRIMERA LECTURA
Jesucristo, el Siervo de Dios, muestra una infinita confianza en su Padre Dios.
SEGUNDA LECTURA
La carta a los filipenses nos recuerda que por su humillación, Cristo es exaltado a la derecha de Dios.
EVANGELIO
Escucharemos hoy la pasión del Señor y cuando se lee que expiró, nos arrodillamos todos
ORACIÓN DE LOS FIELES
Imploremos, hermanos, a Jesús, el Sumo Sacerdote de la fe que profesamos, que en la cruz presentó, con lágrimas en los ojos, oraciones y súplicas al Padre, y oremos también nosotros por todos los hombres: (R/. Escúchanos, Señor.)
Para que el Señor, tenga piedad de los fieles que han caído en el pecado, les dé valor para recurrir al sacramento de la penitencia y les conceda el gozo del perdón y de la paz, roguemos al Señor.
Para que la sangre de Jesús, reconcilie con Dios a los que aún están lejos a causa de la ignorancia, la indiferencia, la maldad o las propias pasiones, roguemos al Señor.
Para que el Señor, que en la cruz experimentó la amargura de sentirse triste y abandonado, se apiade de los enfermos, los afligidos y los oprimidos y les envíe a su ángel para que los conforte, roguemos al Señor.
Para que el Señor, que recibió en su reino al ladrón arrepentido, se apiade de nosotros nos dé sentimientos de contrición y nos admita, después de la muerte, en su paraíso, roguemos al Señor.
Dios todopoderoso y eterno, que enviaste a tu Hijo al mundo, para que, con su pasión, destruyera el pecado y la muerte y, con su resurrección, nos devolviera la vida y la felicidad, escucha las oraciones de tu pueblo y haz que podamos gozar de los frutos de la cruz gloriosa de Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos delos siglos.
Para que el Señor, tenga piedad de los fieles que han caído en el pecado, les dé valor para recurrir al sacramento de la penitencia y les conceda el gozo del perdón y de la paz, roguemos al Señor.
Para que la sangre de Jesús, reconcilie con Dios a los que aún están lejos a causa de la ignorancia, la indiferencia, la maldad o las propias pasiones, roguemos al Señor.
Para que el Señor, que en la cruz experimentó la amargura de sentirse triste y abandonado, se apiade de los enfermos, los afligidos y los oprimidos y les envíe a su ángel para que los conforte, roguemos al Señor.
Para que el Señor, que recibió en su reino al ladrón arrepentido, se apiade de nosotros nos dé sentimientos de contrición y nos admita, después de la muerte, en su paraíso, roguemos al Señor.
Dios todopoderoso y eterno, que enviaste a tu Hijo al mundo, para que, con su pasión, destruyera el pecado y la muerte y, con su resurrección, nos devolviera la vida y la felicidad, escucha las oraciones de tu pueblo y haz que podamos gozar de los frutos de la cruz gloriosa de Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos delos siglos.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 26.42
(Esta antífona se dice cuando el sacerdote empieza a repartir la comunión
Padre mío,
si no es posible evitar que yo beba este cáliz,
hágase tu voluntad.
si no es posible evitar que yo beba este cáliz,
hágase tu voluntad.
(Y se le pide a los fieles repetirla cuando el sacerdote está purificando los vasos sagrados)
SALIDA
Como Jesucristo, confiamos también en nuestro Dios y siguiendo el ejemplo de la Virgen María y de san Juan Diego caminamos seguros hacia la resurrección.
Digamos juntos: Bajo tu amparo...
Buen domingo para todos.