DOMINGO
I DE ADVIENTO CICLO C
Buenos días.
Iniciamos el año
litúrgico. Iniciamos con la celebración
del adviento. Vamos a encender la primera vela de nuestra corona:
La
tierra, Señor, se alegra estos días y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo,
el Señor, que se avecina como luz esplendorosa, para iluminar a los que yacemos
en las tinieblas de la ignorancia, del dolor, apatía y del pecado.
Lleno de
esperanza en su venida, tu pueblo ha preparado esta corona con ramos y la ha
adornado con cirios.
Ahora,
pues, que comenzamos el tiempo de preparación para la venida de tu Hijo, te
pedimos, Señor, que mientras se acrecienta cada día el esplendor de esta corona con nuevas luces,
nos ilumines a nosotros con el esplendor de aquel que, por ser la luz del mundo,
iluminará todas las oscuridades.
--Él que
vive y reina por los siglos de los siglos.
R. Amén.
(Se
acerca una persona y enciende el primer cirio)
Canto: ¡Ven, ven Señor no tardes! (U otro canto
apropiado como canto de entrada)
PRIMERA LECTURA
Dios prometió a David que el trono de su
reino estaría siempre ocupado por uno de sus descendientes y ahora se anuncia
el cumplimiento de esa promesa antes de la deportación a Babilonia.
SEGUNDA LECTURA
San Pablo nos indica que la práctica del
amor mutuo es lo que nos corresponde en esta época de preparación hacia la
venida del Señor.
EVANGELIO
Iniciamos hoy la lectura del Evangelio
según san Lucas. Hoy escuchamos las advertencias de Jesús nuestro Señor:
prepararnos para su venida con atención y la oración
ORACIÓN DE LOS FIELES
Cristo viene y nos trae la salvación.
Con esa gran esperanza ponemos en manos del padre nuestras necesidades
pidiendo que las atienda. Decimos: ven,
Señor, Jesús.
-
Por la Iglesia, para que atienda siempre
los impulsos del Espíritu y llene, mediante la predicación, todos los rincones
de la tierra con los frutos de la conversión.
-
Por todos los pueblos de la tierra, para
que se reconozcan hermanos unos de otros y trabajemos todos por el progreso y
el bien de todos, especialmente de los más necesitados.
-
Por todos los que anuncian la Palabra de
Dios, para que sientan qué tan necesaria es su labor en estos tiempos de
confusión y no cesen en su empeño.
-
Por los pobres, los enfermos, los que
pasan necesidad, para que este tiempo de esperanza sea un motivo de alegría que
les lleve a mejorar su situación.
-
Por todos aquellos que celebraron el
Adviento con nosotros otros años, que el Padre de misericordia les haga
participar ya de la vida a la que estamos llamados.
Padre
nuestro, que envías a tu Hijo para nuestra salvación, te pedimos que atiendas
nuestras necesidades que tu pueblo de presenta.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
ANTÍFONA DE
LA COMUNIÓN. Sal 84,
13
El Señor nos mostrará su
misericordia
y nuestra tierra producirá su
fruto.
SALIDA
Iniciamos el adviento.
Que nuestras obras de misericordia nos ayuden a prepararnos para nuestro
encuentro con el Señor. Buen domingo
para todos.
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