sábado, 10 de febrero de 2018

DOMINGO SEXTO DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

DOMINGO SEXTO DEL TIEMPO ORDINARIO  CICLO B

ENTRADA
Buenos días.
Jesucristo nuestro Señor es nuestro Pastor y nuestro Maestro, En Él debemos tener fijos nuestros ojos.  Vemos qué hace para repetirlo nosotros; pero reflexionamos también su palabra, lo que Él hace, lo que nos enseña, para ponerlo en práctica.  Escuchemos con atención su palabra, reflexionemos con atención sus actitudes, porque deben ser las nuestras.

Bienvenidos a esta celebración dominical.

PRIMERA LECTURA

¿Cómo se sienten los enfermos, cómo se sienten las personas que nosotros despreciamos?

SEGUNDA LECTURA

Todo lo que digas, todo lo que hagas, debe darle gloria a Dios.

EVANGELIO

Jesucristo atiende a un leproso, lo toca, lo cura.  Se acerca al necesitado.

ORACIÓN DE LOS FIELES 

Imploremos, hermanos, al Dios de la misericordia y pidámosle su ayuda para poder invocar su nombre con sentimientos que le agraden: (R/. Escúchanos, Señor.)

- Que todos los obispos y sacerdotes, disfrutando la misericordia de nuestro Dios vivamos predicando la misericordia con nuestras palabras y con nuestras obras.
- Que todos los cristianos, siguiendo las enseñanzas de nuestro Dios, tratemos a nuestros vecinos con la misma misericordia que nosotros exigimos.
- Que nuestros gobernantes promuevan los beneficios de la justicia y la verdad que son las bases para el progreso y la paz de todos los pueblos.
- Que las estaciones del año nos sean favorables a todos, para que obtengamos con abundancia los bienes de la tierra que Dios nos da para todos.
- Que nuestros familiares que murieron con la esperanza de la resurrección, por la misericordia de Dios alcancen el perdón y el reposo eterno.

Escucha, Señor, nuestras oraciones, líbranos del pecado que divide y de las discriminaciones que degradan y haz que sepamos ver siempre en el rostro del leproso, del pobre y del desvalido la imagen sangrante de Cristo en la cruz, para que así nos dispongamos a colaborar en la obra de la redención humana y a proclamar ante los hombres tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 
(Esta antífona se dice cuando el sacerdote empieza a repartir la comunión


Jn 3,76

Tanto amó Dios al mundo, 
que le dio a su Hijo único, 
para que todo el que crea en él 
no perezca, 
sino que tenga vida eterna.

(Y se le pide a los fieles repetirla cuando el sacerdote está purificando los vasos sagrados)

  
SALIDA
No te olvides que la Palabra de Dios tiene un proceso: entra por nuestros oídos, anida en nuestro corazón y debe ponerse en práctica.  Así demostramos que conocemos y seguimos a Jesucristo nuestro maestro.  Nuestras decisiones de hacer el bien junto con la bendición de nuestro Dios y la intercesión de la Santísima Virgen María van demostrando el cambio de vida que se realiza en nosotros.  Digamos: Bajo tu amparo...

Buen domingo para todos.

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