jueves, 12 de julio de 2018

DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO   CICLO B

ENTRADA

Buenos días.

Somos invitados por nuestro Dios a participar en la construcción de su reino en este mundo.  Somos misioneros.  Nos ha elegido para proclamar sus maravillas, para anunciar la paz, para llamar a la conversión, pero una realidad es que no siempre su mensaje es bienvenido, es enérgicamente rechazado.  Pongamos atención a la Palabra de Dios que debe quedar en nuestros corazones.
Bienvenidos a esta celebración dominical.

PRIMERA LECTURA
El profeta Amós va a predicar al santuario de Betel, lugar de culto idolátrico y el sacerdote encargado le advierte que ahí no es bienvenido.

SEGUNDA LECTURA
San Pablo anuncia el llamado que Dios nos ha hecho para formar parte de su pueblo.

EVANGELIO
Jesucristo envía a sus apóstoles con poderes y les advierte que no siempre van a ser escuchados.

ORACIÓN DE LOS FIELES 

Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras súplicas y acoja nuestras peticiones. Digamos confiadamente: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)

- Por el Papa, nuestros obispos y nuestros sacerdotes, que no se desanimen en misión, en su predicación, aún cuando no sean escuchados.
- Por nuestros gobernantes, que escuchen en su corazón la voz de Dios que los anima a buscar el bienestar de sus pueblos.
- Por nuestra comunidad, que no se canse de responder a la voz de Dios que nos llama a establecer entre nosotros su reino.
- Por los enfermos, los abandonados y por todos los necesitados, que encuentren manos cercanas que los fortalezcan en sus necesidades.
- Por los difuntos, que Dios les recompense sus buenas obras llevándolos a su reino de luz y gloria.

Escucha, Padre santo, nuestras oraciones y concédenos estar siempre atentos a tu voz que suena por medio de tus ministros, y que siguiendo tus enseñanzas alcancemos la felicidad que Tú quieres compartirnos.  Por Jesucristo, nuestro Señor.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 6,56

(cada renglón, así como está separado, así será repetido por todos después de la comunión.  Al empezar el sacerdote a repartir la comunión sólo lo dice el monitor de corrido.


El que come mi carne y bebe mi Sangre,
permanece en mí
y yo en él,
dice el Señor.

(Y se le pide a los fieles repetirla cuando el sacerdote está purificando los vasos sagrados)


SALIDA
También nosotros somos enviados a anunciar la paz.  También nosotros somos misioneros y vamos a llevar por nuestras casas el anuncio del amor de Dios por su pueblo. También contamos con la fuerza de Dios que nos ha alimentado con su palabra y con su cuerpo y su Sangre.
Digamos juntos:  bajo tu amparo...
Santa María de Guadalupe, reina de México.
salva nuestra Patria y conserva nuestra fe.

Buen domingo para todos. 



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