viernes, 17 de agosto de 2018

DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO

DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO

Monición de entrada.

Repitamos: haz la prueba y verás qué bueno es el Señor.
Dios nuestro Señor nos sorprende cada vez más.  Nosotros esperamos algunos dones o pedimos unas bendiciones y siempre nos damos cuenta de que El nos proporciona más de lo que nosotros esperamos.  Aún más: El nos promete un banquete y termina dándose El mismo como comida para la vida del mundo.
Bienvenidos a esta celebración.

Primera lectura. 
La sabiduría se presenta encarnada.  Es una persona sabia que invita a identificarse con ella dejando la ignorancia y buscando la prudencia.

Segunda lectura.
San Pablo nos invita a estar atentos ante las dificultades de nuestro tiempo.  Traten de entender cuál es la voluntad de Dios.

Evangelio.
Cristo nuestro Señor nos invita a comer de su cuerpo y beber de su sangre con la certeza de que nos va a identificar con El mismo.

Oración de los fieles.

Dirijamos al Padre las oraciones que salen de nuestro corazón, que beneficien a todos los hombres del mundo.  vamos respondiendo: te rogamos, Señor.

-Por el Santo Padre Francisco y por todos nuestros obispos, que llenos del Espíritu Santo nos hagan entender y comprender la palabra de Dios, que es pan de vida eterna.
-Por nuestros gobernantes: Que Dios nuestro Señor les dé sabiduría y prudencia para gobernar beneficiando realmente a nuestros pueblos.
-Por todos los papás de niños y jóvenes que inician un nuevo curso escolar, por su maestros: que Dios les inspire sabiduría para educar y formar a estos alumnos también moral y espiritualmente.
-Por los enfermos y moribundos, que Dios nuestro Señor les haga aspirar a una vida mejor, la que nos ofrece Jesucristo, el pan de vida.
-Por todos los que nos hemos reunido aquí en esta celebración, que sintamos hambre de la Palabra de Dios y nos acerquemos más seguido a comer su Cuerpo y su Sangre.

Atiende, Señor, nuestras súplicas.  Que meditando tu Palabra y recibiendo tu Cuerpo y tu Sangre nos hagamos más generosos en beneficio de nuestros hermanos.  Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 6, 51-52

(cada renglón, así como está separado, así será repetido por todos después de la comunión.  Al empezar el sacerdote a repartir la comunión sólo lo dice el monitor de corrido.


Yo soy el pan vivo
que ha bajado del cielo
dice el Señor.
quien coma de este pan, 
vivirá para eternamente.

(Y se le pide a los fieles repetirla cuando el sacerdote está purificando los vasos sagrados)

Monición de salida
Que el señor nos haga perseverar en la fe católica, nos ayude a conocer cada vez más los ideales del Evangelio, fortalezca nuestra voluntad buscando el bien y nos conceda alcanzar la vida eterna.  Digamos juntos: Bajo tu amparo nos acogemos.....
Santa María de Guadalupe, reina de México.
Salva nuestra Patria y conserva nuestra fe
Feliz domingo para todos.

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