sábado, 4 de agosto de 2018

DOMINGO XVIII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO B

DOMINGO XVIII DEL TIEMPO ORDINARIO   CICLO B

ENTRADA

Buenos días.

Por la muerte y resurrección de Cristo Dios nos hace hijos suyos, esta transformación tiene que ser una realidad en nosotros y para esto Dios mismo nos da un  pan de vida, el Cuerpo y la Sangre de Cristo que es verdadera comida para nuestra persona.

Bienvenidos a esta celebración dominical.

PRIMERA LECTURA
En el éxodo, el pueblo exige comida y Dios les manda el maná, el pan del cielo.

SEGUNDA LECTURA
Dios nos invita a transformarnos abandonando un antiguo modo de vivir, ese viejo yo corrompido por deseos de placer.

EVANGELIO
Jesucristo explica que es el Padre Dios quien da el verdadero pan del cielo y se identifica: yo soy el pan de vida.

ORACIÓN DE LOS FIELES 

Pidamos, hermanos, al Señor con toda confianza, que escuche nuestras súplicas. Digamos confiadamente: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.)

- Por el Papa, los Obispos y Sacerdotes, que no dejen de explicarnos la Palabra de Dios que para nosotros es pan de vida.
- Por todas las personas que están de vacaciones, por quienes nos visitan, que el Señor los proteja y los aleje de todo mal.
- Por los hombres de todos los pueblos y de todas las religiones, que el Señor les revele su bondad y dirija su camino hacia el conocimiento de la verdad plena.
- Por nuestros hermanos que han muerto en el Señor, que Dios perdone sus pecados, acoja sus almas junto a El y les conduzca al lugar del descanso, de la luz y de la paz.

Escucha, Padre santo, nuestras oraciones y concédenos estar siempre atentos a tu voz que se nos hace alimento de vida eterna.  Por Jesucristo, nuestro Señor.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 6, 35

(cada renglón, así como está separado, así será repetido por todos después de la comunión.  Al empezar el sacerdote a repartir la comunión sólo lo dice el monitor de corrido.

Yo soy el pan de vida, dice el Señor. 
Quien venga a mí no tendrá hambre, 
y quien crea en mí no tendrá sed.

(Y se le pide a los fieles repetirla cuando el sacerdote está purificando los vasos sagrados)


SALIDA
Hemos celebrado nuestra fe.  Hemos recibido el pan de vida.  Cristo nuestro Dios está en nuestro corazón.  Que El sea nuestra fortaleza en esta semana que empezamos.  Que nos dé hambre de su Palabra, para buscarlo con más empeño.
Digamos juntos:  bajo tu amparo...
Santa María de Guadalupe, reina de México.
salva nuestra Patria y conserva nuestra fe.



Buen domingo para todos. 

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