La epifanía del Señor. 6 de enero

LA EPIFANIA DEL SEÑOR.    6 de enero
El monitor va a pedir a todos que repitan así como está la oración, frase por frase.  y luego da la bienvenida 

ENTRADA:

Miren que ya viene el Señor todopoderoso; 
en su mano están el reino 
y la potestad 
y el imperio.

(El monitor solo:)

Hoy es día de fiesta, es día de adoración.  Aquí en la casa de Dios nos reunimos para cantar alabanzas, para escuchar su Palabra y para adorar su infinita gloria y majestad.  Seamos conscientes de su presencia entre nosotros, en especial en el sacramento de la Eucaristía y entreguemos la adoración de nuestro ser, de toda nuestra persona, a quien se lo merece porque es nuestro Dios y nuestro Señor.

Bienvenidos a esta celebración.

PRIMERA LECTURA:

El pueblo de Dios tiene la tarea de resplandecer, de ser luz para los otros pueblos, de iluminar con la vida que refleja la luz de Dios.

SEGUNDA LECTURA: 

Dios manifiesta sus secretos: todos los hombres tienen derecho a la salvación.

EVANGELIO:  
Los magos de oriente vienen a buscar al Niño Jesús para adorarlo.  Nosotros lo encontramos en la Eucaristía.

ORACION DE LOS FIELES

Presentemos, hermanos, nuestras oraciones al Señor en este día santo en que Dios ha manifestado su poder a las naciones, la salvación a los pueblos y a nosotros la luz radiante de su gloria:

- Por la santa Iglesia de Dios, que cumplamos la tarea de compartir el Evangelio a todas las naciones, que seamos luz de la tierra, como nos pide Jesucristo.

- Por todos los grupos de apostolado en toda la Iglesia, para que vivamos el amor que nos santifica y mostremos así la santidad de Dios en nuestras vidas.

- Por el trabajo de los misioneros, que con su alegría compartan el amor de Dios, el amor de la Iglesia a los pueblos que los reciben.

- Por todos nosotros, que hemos sido llamados a las tinieblas a la luz de Cristo, para que viviendo la fe verdadera sigamos con fidelidad las enseñanzas del Evangelio.

- Por todos los niños del mundo, que reciben hoy regalos de los santos reyes, que sientan la ternura del amor de Dios y aprendan a compartirlo a quienes lo necesitan.

Escucha nuestras oraciones, Dios todo poderoso y eterno, y concédenos descubrirte presente en nuestros hermanos y en especial en el sacramento de la Eucaristía para que te brindemos la adoración que mereces. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTIFONA DE LA COMUNION

Hemos visto su estrella en el Oriente y venimos con regalos a adorar al Señor.

MONICION DE SALIDA: 

Debemos ser luz para nuestros hermanos. No te olvides que lo más importante de nuestra vida es la adoración a nuestro Dios, reconocerlo en la persona de nuestro prójimo y de manera especial en el sacramento de la Eucaristía.  Ahí es donde adoramos. Lo adoramos cuando nos ponemos en su presencia y le entregamos nuestra vida toda, fervorosamente dedicados a su servicio.

Que para esto nos ayude la Santísima Virgen María, a quien invocamos: Bajo tu amparo...

Santa María de Guadalupe Reina de México....

Feliz día de reyes.