sábado, 25 de enero de 2020

DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO ciclo A

DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO    ciclo A

ENTRADA

Cristo Jesús habla, llama a sus primeros discípulos y ellos inmediatamente lo siguen.  Así nosotros, abramos nuestro corazón a su voz y dejemos que nuestra inteligencia y nuestra voluntad le den una respuesta inmediata que transforme nuestra vida según el llamado que nos hace para seguirlo.
En este tercer domingo del tiempo ordinario, el Santo Padre Francisco nos convoca a celebrar el domingo de la Palabra.  Recibimos con mucha devoción el evangeliario, que es la Palabra de Cristo para nosotros.
 Bienvenidos a esta celebración.

PRIMERA LECTURA
El profeta anuncia el resplandor de una gran luz que quita las tinieblas.  Esto es causa d una gran alegría

SEGUNDA LECTURA
No puede haber divisiones entre los cristianos porque Cristo no nos divide sino que es causa de unidad

EVANGELIO
Las primeras palabras de Cristo son un llamado a la conversión y también un llamado a seguirlo sin condiciones.

ORACION DE LOS FIELES

Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, en cuyas manos está el destino del universo, y pidámosle confiadamente que escuche las oraciones de su pueblo: vamos respondiendo: escúchanos, Señor.

- Por nuestra santa Iglesia, para que todos los fieles de Jesucristo nos dispongamos a conocer sus enseñanzas y las pongamos en práctica desde nuestro corazón.
- Por nuestros gobernantes, para que todos trabajen sin egoísmos personales buscando en verdad el bienestar de su pueblo y promuevan la justicia y la paz.
- Por los enfermos, los encarcelados, por todos los que sufren, para que haya muchas manos que hagan presente el amor que Cristo les tiene y remedien sus males.
- Por nosotros, aquí reunidos, que perseveremos en nuestro compromiso de conocer a Cristo y poner en práctica sus enseñanzas

Dios nuestro, que has fundamentado tu Iglesia sobre la fe de los apóstoles, escucha nuestras oraciones y haz que, iluminados con tu palabra y unidos por los vínculos de la caridad, nos convirtamos en signo claro de salvación y de esperanza para cuantos viven en las tinieblas. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 33, 6 
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; 
el que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. 

SALIDA.
Cristo el Señor nos llama a seguirlo.  En este día "domingo de la Biblia" decidamos tomar la Palabra de Dios con más constancia, diario sí es posible. Y dejemos que la Palabra nos llene de una vida nueva y nos transforme.  Los resultados los veremos en nuestra propia persona y en nuestra familia y en nuestra comunidad.  Pero debemos ser constantes, como la Virgen María, que respondió inmediatamente a la invitación a ser la Madre de Dios y madre nuestra.  Ahora la invocamos.

V. El ángel del Señor anunció a María
R. y concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve María...
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra. 
Dios te salve, María..
V. Y el Verbo de Dios se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros. 
Dios te salve, María...
V, Ruega por nosotros, santa Madre de Dios
R. para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Jesucristo. 
Oremos
Infunde, Señor,
tu gracia en nuestras almas,
para que, los que hemos conocido,
por el anuncio del Ángel,
la Encarnación de tu Hijo Jesucristo,
lleguemos por los Méritos de su Pasión y su Cruz, a la gloria de la Resurrección.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. 
Gloria al Padre... 

Feliz domingo para todos.  Feliz semana.

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