sábado, 27 de febrero de 2016

DOMINGO II DE CUARESMA

DOMINGO II DE CUARESMA                     CICLO C
Buenos días.
Jesucristo estaba atento a los sentimientos de sus apóstoles; cuando les anuncia el desenlace fatal que estaban preparando contra Él las autoridades del pueblo, los ve decaídos y por eso les deja ver quién es en realidad y cuál es la meta que le espera.  Meditemos esto conforme nuestra vida.  Pongámonos en la presencia de Dios.  Bienvenidos.


PRIMERA LECTURA
Parece desmedida la promesa de Dios a Abrahan; hijos, tierra, bendición; a un hombre de edad avanzada esto le parece muy lejano y hasta imposible.

SEGUNDA LECTURA
Hay muchos que viven como enemigos de la cruz de Cristo, nos recuerda san Pablo. ¿Cómo mantenernos fieles al Señor?  Es preciso conocerlo.

EVANGELIO 
Los apóstoles hasta se durmieron viendo la gloria de Dios; pero es preciso despertar y confiar siempre en Su Palabra.

ORACIÓN DE LOS FIELES
Oremos, hermanos, al Padre de la misericordia y, con espíritu contrito, pidámosle que escuche la oración de su pueblo penitente: (R/. Escúchanos, Señor.)

- Para que Dios conceda a sus fieles vivir estos días de Cuaresma con verdadero espíritu de penitencia y prepararse a celebrar con fruto el sacramento del perdón. Roguemos al Señor.
- Para que quienes se han apartado del camino del bien y han muerto a causa del pecado escuchen en estos días de Cuaresma la voz del Hijo de Dios que nos da vida, roguemos al Señor.
- Para que Dios inspire sentimientos de caridad a los que tienen riquezas y multiplique los bienes de la tierra en bien de todos, roguemos al Señor.
- Para que la penitencia cuaresmal aleje de nosotros el amor desordenado a los bienes visibles y sane nuestra aridez espiritual con el deseo de los bienes del cielo. Roguemos al Señor.

Dios grande y fiel, que muestras tu rostro a los que te buscan con sincero corazón, escucha nuestras oraciones, fortalece nuestra fe en el misterio de la cruz y concédenos un corazón dócil, para que, adhiriéndonos a tu voluntad, sigamos siempre la voz de tu Hijo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN.        Mt 17, 5
Éste es mi Hijo amado,
en quien me complazco;
escúchenlo.

SALIDA

Confiados en la presencia de nuestro Dios y con su bendición, iniciamos esta semana; compartamos esta alegría con nuestros familiares y vecinos.  Feliz domingo para todos.

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