sábado, 10 de septiembre de 2016

DOMINGO XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

DOMINGO XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO           CICLO C

Al monitor:  saluda a la gente diciendo buenos días y espera a que estèn de pie y vièndote, que estén atentos ya a ti.  ahora sì puedes decir la monición de entrada.

ENTRADA
Buenos días:
Estamos en el año de la misericordia convocado por el Papa Francisco.  Hoy escucharemos las parábolas de la misericordia que narra el Evangelio de san Lucas.  Jesucristo nos convoca para atender su Palabra y cuestionar nuestra vida: qué tan misericordioso eres, cómo has avanzado en este esfuerzo por asemejarte a tu Padre Dios.
Sean todos bienvenidos.


PRIMERA LECTURA
Dios se enciende en ira contra su pueblo y le propone a Moisés iniciar de nuevo.  Moisés, como un sacerdote desinteresado, provoca a Dios hasta la ternura, hasta la misericordia.

SEGUNDA LECTURA
San Pablo nos ofrece una clave especial para entender la misericordia de Dios cuando dice: "vino a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero"

EVANGELIO
Abramos nuestro corazón a la Palabra de Dios.  Dispongámonos a participar de la alegría que Dios nos ejemplifica en estas parábolas.

ORACIÓN DE LOS FIELES
Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras plegarias y atienda a nuestras peticiones. Digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)

Por la santa Iglesia de Dios, para que el Señor le conceda la paz y la unidad, la guarde de todo mal y acreciente el número de sus hijos, roguemos al Señor.
Por la paz del mundo, para que cesen las rivalidades entre las naciones, renazca en el corazón de los hombres el amor y arraigue entre todos los pueblos la mutua comprensión, roguemos al señor.
Para que Dios, Padre todopoderoso, purifique al mundo de todo error, devuelva la salud a los enfermos, aleje el hambre, abra las prisiones injustas y conceda el regreso a los que añoran la patria, roguemos al Señor.
Para que aprendamos a vivir la misericordia a ejemplo de Santa Teresa de Calcuta, sirviendo a los más necesitados, a los despreciados, a los que no cuentan, roguemos al Señor.

Señor, Dios todopoderoso y eterno, escucha nuestras oraciones y envíanos la sabiduría de tu Espíritu, para que, como verdaderos discípulos de tu Hijo, llevemos nuestra cruz de cada día y, unidos a él, sigamos fielmente tus caminos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN  Cfr. Sal 41, 2-3
Como la cierva busca el agua de las fuentes, así, sedienta, mi alma te busca a ti, Dios mío. Mi alma tiene sed del Dios vivo.

SALIDA


Qué alegría nos da saber que Dios Padre siempre está dispuesto a perdonarnos.  No nos quedemos con esto en el corazón, hay que proclamarlo por todas partes y practicarlo con todo hermano nuestro.
Buen domingo para todos.

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