sábado, 17 de septiembre de 2016

DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO           CICLO C

Al monitor:  saluda a la gente diciendo buenos días y espera a que estén de pie y viéndote, que estén atentos ya a ti.  ahora si puedes decir la monición de entrada.

ENTRADA
Buenos días:
Felicidades por nuestras fiestas patrias. Todos sabemos de las dificultades que hay en nuestra Patria, hoy hagamos una oración por nuestras autoridades civiles, a fin de que todos vivamos en paz y armonía.  La Palabra de Dios nos llama a vivir en sinceridad, dedicados a beneficiar al prójimo.
Sean todos bienvenidos.


PRIMERA LECTURA
El profeta Amós denuncia las actitudes de los hombres ambiciosos que sólo piensan en sus intereses, en el dinero fácil, aún a costa de la lastimar al prójimo.

SEGUNDA LECTURA
San Pablo ruega que en todas partes se hagan oraciones por los jefes de estado para que todos nosotros podamos llevar una vida tranquila y en paz.
EVANGELIO
En esta parábola Jesucristo hace notar el comportamiento de un mal administrador y nos llama la atención a fin de usar nuestras habilidades para hacer el bien, para favorecer a los necesitados.

ORACIÓN DE LOS FIELES
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades, para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestro amor y digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)

-Por el santo Padre, el Papa Francisco, nuestro Arzobispo Víctor y por todos los demás obispos, por los sacerdotes y diáconos, para que practiquen la Palabra de Dios que proclaman y reflexionan con nosotros.
-Por los jefes de estado y por todos los gobernantes, por los responsables del bien común, para que fomenten la justicia y el bienestar, la paz y la libertad de sus pueblos.
-Por quienes padecen hambre y otras carencias, por los enfermos por los expatriados, por quienes viven lejos de sus familias, para que experimenten el consuelo y la fortaleza que Dios nos brinda.
-Para que Dios mueva nuestros corazones a vivir desapegados de los bienes materiales, para que nuestro empeño sea favorecer y ayudar a nuestros hermanos en sus necesidades.
-Por nuestros hermanos difuntos, que Dios mire las buenas obras que hicieron y les recompense con la vida eterna en su reino.


Dios nuestro, que nos llamas a amarte y a servirte como único Señor, ten piedad de nuestra débil condición humana y escucha nuestras oraciones; líbranos del deseo de poseer riquezas y haz que, alzando al cielo nuestras manos limpias, te rindamos un culto puro, agradable a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN  Sal 118, 4-5
Tú promulgas tus preceptos 
para que se observen con exactitud. 
Ojalá que mi conducta se ajuste siempre, 
al cumplimiento de tu voluntad.

SALIDA
Hemos escuchado la Palabra de Dios que nos instruye; recibimos el pan que nos da la vida.  Vivamos ahora y siempre confiando en la voluntad de Dios, sabiendo que a quien se refugia en El nada le falta.
Buen domingo para todos.


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