sábado, 5 de noviembre de 2016

DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO         CICLO C

Al monitor:  saluda a la gente diciendo buenos días y espera a que estèn de pié.  Ahora haces la pregunta y esperas que te contesten.

ENTRADA
Buenos días.  Bienvenidos.
Les propongo una pregunta:  ¿Cuándo se acaba el matrimonio?   
Hoy vamos a aclarar varias dudas contemporáneas: ¿cuándo acaba el matrimonio?, ¿qué es la muerte? ¿qué hay en la otra vida? Dispongamos nuestro corazón a celebrar nuestra fe.


PRIMERA LECTURA
Quizá hoy no nos diga mucho la convicción de la fe que se manifiesta hasta en la comida; pero esta es la lección de hoy: la manifestación de la fe.

SEGUNDA LECTURA
Nuestra oración debe aprovechar cualquier circunstancia y una petición especial es que el Señor dirija nuestro corazón hacia el amor eterno.

EVANGELIO
Jesucristo aclara nuestras dudas: la vida eterna, el matrimonio, lo que hay en el cielo.  Es el amor del Padre que revela a sus hijos la esperanza de eternidad.

ORACIÓN DE LOS FIELES
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por sus necesidades, para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestra caridad y digamos confiadamente: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)

Para que la labor del Papa Francisco logre la unidad de todos los cristianos; que las actitudes de todos nosotros asemejen la sencillez y caridad de Cristo nuestro Maestro.
Para que en nuestros días nuestros gobernantes rijan a sus pueblos con espíritu de sabiduría y prudencia buscando el bien común de los ciudadanos favoreciendo a quienes más necesidades tienen.
Para que Dios Padre libre al mundo de toda falsedad, hambre y miseria; y que la esperanza de un mundo mejor mueva nuestro corazón hacia las cosas del cielo.
Para que todos los casados tengan la alegría del principio que les tenga convencidos de su deseo de vivir juntos y felices hasta la vejez.
Por los enfermos, por quienes sufren abandono; que sientan la cercanía de Dios misericordioso que no abandona a quienes confían en El
Por nuestros familiares difuntos, que fueron felices aquí en la tierra, que sean felices en la eternidad contemplando la gloria de Dios y gozando el descanso eterno.
Señor Dios nuestro, ante quien todos los muertos viven, escucha nuestras oraciones y haz que la palabra de tu Hijo, sembrada en nuestros corazones, dé abundantes frutos de vida eterna y nos confirme en nuestra esperanza de la resurrección. Por Cristo nuestro Señor.

(Esta antífona se dice cuando el sacerdote empieza a repartir la comunión)
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN         Sal 22, 1-2
El Señor es mi pastor, nada me falta; 
en verdes praderas me hace recostar; 
me conduce hacia fuentes tranquilas.
(Y se le pide a los fieles repetirla cuando el sacerdote está purificando los vasos sagrados)
SALIDA
Repitamos la enseñanza en nuestra familia: el matrimonio se acaba cuando uno de los dos muere; en el cielo lo que importa es gozar de la presencia de Dios y la muerte es el principio de algo mejor, la vida eterna. 
Buen domingo para todos.

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