sábado, 11 de febrero de 2017

DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO

DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO

ENTRADA
Buenos días.
 
El domingo pasado nos hicimos conscientes de que para Dios nuestro Señor, nosotros somos luz que alumbra este mundo y sal que le da un sabor especial; pero necesitamos su instruccion a fin de saber qué hacer, cómo comportarnos.  Los mandamientos que hoy escucharemos, de por sì estàn y a en nuestro corazón y sólo hay que revitalizarlos.  Abramos nuestros oídos y nuestro corazón a la alegría de estar frente a nuestro Dios y creador.
Bienvenidos.

PRIMERA LECTURA
Los mandamientos de Moisés son las normas generales de comportamiento para la humanidad entera.  Dios instruye a su pueblo a través de su mensajero.  En el Evangelio será Dios mismo el que nos hable.


SEGUNDA LECTURA
Lo que en realidad nos interesa, lo que nos beneficia sólo podemos conocerlo con la ayuda del Espíritu Santo.  Esa es la sabiduría que debemos buscar: la que nos viene de Dios.

EVANGELIO
Dios encarnado, Jesús mismo nos explica lo que quiere de nosotros.  Somos Hijos de Dios instruídos para ser luz del mundo y sal de la tierra.

ORACIÓN DE LOS FIELES
Imploremos, hermanos, al Dios de la misericordia y pidámosle su ayuda para poder invocar su nombre con sentimientos que le agraden: (R/. Escúchanos, Señor.)








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Pidamos a Dios por la paz de todo el mundo, por la prosperidad de la santa Iglesia y por la unidad y el respeto de todos los hombres.

..Por nuestros gobernantes, para que bajo su dirección tengamos una vida feliz y pacífica.
...Por la conservación de la naturaleza, por la abundancia de las cosechas y por el progreso de todo el mundo.
....Por nuestros familiares y amigos que han muerto en la esperanza de la resurrección, para que nuestro Dios les otorgue el descanso eterno.

Dios nuestro, que nos has revelado que la plenitud de tu ley  se fundamenta en el amor, escucha las oraciones de tu pueblo y condede a tus hijos aquí reunidos vivir siempre de acuerdo con las exigencias del evangelio y ser para todos los hombres digno de reconciliación y de paz.  Por Jesucristo, nuestro Señor.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 
(Esta antífona se dice cuando el sacerdote empieza a repartir la comunión
 
Cfr.   Jn 3, 16
Tanto amó Dios al mundo, 
que le dio a su Hijo único, 
para que todo el que crea en él no perezca, 
sino que tenga vida eterna.
(Y se le pide a los fieles repetirla cuando el sacerdote está purificando los vasos sagrados)
 SALIDA
Jesucristo nos instruye cada domingo, nos habla al corazón y espera de nosotros una respuesta de amor, de corazones sencillos que transformen el mundo,  Así va a reinar entre nosotros.
Buen domingo para todos.

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