DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A

DOMINGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO    

                                                                 CICLO A

Buenos días. 

Ahora estamos escuchando el Evangelio de san Mateo que nos relata las recomendaciones de nuestro Señor Jesucristo a sus discípulos.  Y nos exige darle el primer lugar en nuestra vida: amarlo con todo el corazón, con toda el alma, con todo nuestro ser.  A cambio nos ofrece sus bendiciones para nuestra vida.

Bienvenidos a esta celebración dominical.

PRIMERA LECTURA

Un matrimonio hospitalario beneficia al profeta Eliseo y Dios les hace llegar a su tiempo su recompensa. ¿Qué necesidades tienes hoy?

SEGUNDA LECTURA

Por el bautismo somos hechos propiedad de Cristo y si vivimos para El, vivimos una vida nueva.

EVANGELIO

Jesucristo quiere tener el primer lugar en nuestra vida. Y nos anuncia grandes recompensas si es que atendemos a sus enviados, a cualquier hermano.

ORACIÓN DE LOS FIELES   

Pidamos, hermanos, al Señor que escuche nuestras oraciones, para que podamos alegrarnos al recibir su ayuda, respondiendo: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor)-Por los ministros de la Iglesia que han consagrado su vida al Señor y por todos los pueblos que adoran al Dios verdadero, roguemos al Señor.
-Para que el tiempo sea bueno y todos podamos gozar de una naturaleza limpia en la bella sucesión de las diversas estaciones, roguemos a Dios, que con sabiduría gobierna al mundo.
-Por los que son víctimas de la debilidad humana, del espíritu de odio o de envidia o de los otros vicios del mundo, roguemos al Redentor misericordioso.
-Encomendémonos mutuamente al Señor, pongamos toda nuestra existencia en sus manos y oremos con confianza al autor y guardián de todo lo que tenemos y poseemos.

Escucha, Padre santo, Dios todopoderoso, las oraciones de tu pueblo e infunde en nosotros la sabiduría del Espíritu Santo, para que, unidos a Cristo, sigamos el camino de la cruz dispuestos a perder nuestra vida para manifestar al mundo nuestra esperanza en el reino que nos tienes preparado. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 

(Esta antífona se dice cuando el sacerdote empieza a repartir la comunión   Cfr. Sal 102, 1

Bendice, alma mía al Señor; 

que todo mi ser bendiga su santo nombre.

(Y se le pide a los fieles repetirla cuando el sacerdote está purificando los vasos sagrados)

SALIDA

Empiezan ya las fiestas de nuestro pueblo, dispongamos nuestro corazón lleno de alegría para ser hospitalarios con nuestros vecinos y nuestros amigos que nos visitan.

Buen domingo para todos.