DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A

DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO    CICLO A

Entrada.

Buenos días.
No podemos silenciar las dudas que nos envuelven cuando nos encontramos con alguna enfermedad o angustia y aunque dedicamos tiempo a nuestra oración parece que Dios no nos escucha.  ¿Por qué Dios nos trata así? nos asusta su silencio.  Abramos hoy nuestro corazón a la Palabra de Dios que nos tiene respuestas para nuestras dudas.
Bienvenidos a esta celebración.

PRIMERA LECTURA.

Dios anuncia su plan de que su templo sea casa de oración para todos los pueblos, como lo había pedido el rey Salomón cuando consagró el templo siglos antes.

SEGUNDA LECTURA.

Ante la incredulidad de los judíos, san Pablo decea que su trabajo con los cristianos de roma ocasione celos en sus paisanos a ver si se convierten a Cristo.

EVANGELIO

Jesús no hace nada por una mujer cananea que le viene gritando, y al fin alaba su fe.

PLEGARIA UNIVERSAL

Presentemos, hermanos, nuestras súplicas al Señor y pidámosle que atienda a sus hijos, según las necesidades de cada uno de ellos, respondiendo: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
--Por todos los enfermos del mundo, por nuestros enfermos, para que les dé fortaleza y paciencia y en medio de sus dolores puedan encontrar consuelo en la fe y en la oración.

--Por quienes no han podido venir a celebrar la eucaristía hoy con nosotros por cuidar a sus enfermos o por servicio a ellos; que Dios les recompense con bendiciones sus esfuerzos.

--Por todos los niños y jóvenes que mañana inician un nuevo ciclo escolar y por sus maestros y todas las personas dedicadas a esta labor educativa; que Dios les dé sabiduría y habilidades de enseñanza y aprendizaje.

--Por todos los que terminan sus vacaciones y regresan a sus hogares; que se vean libres accidentes o retrasos y que sepan agradecerle a Dios todos sus beneficios

Dios nuestro, que con el ejemplo de tu Hijo, manso y humilde de corazón, nos has manifestado tu designio de salvar a todos los hombres, escucha nuestras oraciones y revístenos de los mismos sentimientos de Cristo, para que, con nuestras obras y palabras, demos siempre testimonio de tu amor fiel. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 129, 7

Con el Señor viene la misericordia, 

y la abundancia de su redención.

SALIDA

Encomienda a tus hijos a Dios, que les conceda aprovechar el curso que van a iniciar. Sugiere a tus hijos orar por sus maestros también, a fin de que tengan habilidades para enseñar; y que sean agradecidos por todos los beneficios que reciben.
 Buen domingo para todos.