sábado, 23 de febrero de 2019

DOMINGO VII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

DOMINGO VII DEL TIEMPO ORDINARIO  CICLO C
Sentados.

De la Instrucción General del Misal Romano. 
Capítulo II
ACERCA DE LA ESTRUCTURA DE LA MISA,
SUS ELEMENTOS Y SUS PARTES
I. LA ESTRUCTURA GENERAL DE LA MISA
27. En la Misa, o Cena del Señor, el pueblo de Dios es convocado y reunido, bajo la presidencia del sacerdote, quien obra en la persona de Cristo (in persona Christi) para celebrar el memorial del Señor o sacrificio eucarístico. De manera que para esta reunión local de la santa Iglesia vale eminentemente la promesa de Cristo: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18, 20). Pues en la celebración de la Misa, en la cual se perpetúa el sacrificio de la cruz,Cristo está realmente presente en la misma asamblea congregada en su nombre, en la persona del ministro, en su palabra y, más aún, de manera sustancial y permanente en las especies eucarísticas.
28. La Misa consta, en cierto modo, de dos partes, a saber, la Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística, las cuales están tan estrechamente unidas entre sí, que constituyen un solo acto de culto. En efecto, en la Misa se prepara la mesa, tanto de la Palabra de Dios, como del Cuerpo de Cristo, de la cual los fieles son instruidos y alimentados. Consta además de algunos ritos que inician y concluyen la celebración.
II. DIVERSOS ELEMENTOS DE LA MISA
La lectura de la Palabra de Dios y su explicación
29. Cuando se leen las sagradas Escrituras en la Iglesia, Dios mismo habla a su pueblo, y Cristo, presente en su palabra, anuncia el Evangelio.
Por eso las lecturas de la Palabra de Dios, que proporcionan a la Liturgia un elemento de máxima importancia, deben ser escuchadas por todos con veneración. Aunque la palabra divina en las lecturas de la sagrada Escritura se dirija a todos los hombres de todos los tiempos y sea inteligible para ellos, sin embargo, su más plena inteligencia y eficacia se favorece con una explicación viva, es decir, con la homilía, que viene así a ser parte de la acción litúrgica.


El monitor pide a la gente ponerse de pie y repetir lo siguiente, frase por frase.
Confío, Señor, en tu misericordia.
Se alegra mi corazón con tu auxilio;
cantaré al Señor
por el bien que me ha hecho

MONICION DE ENTRADA:
Buenos días.    
Dios instruye a todo su pueblo y hoy nos invita a todos sus discípulos a amar y hacer el bien a los enemigos.  A nosotros que muchas veces pensamos: "te trato como me trates" nos invita a hacer cosas extraordinarias.  Una invitación a ser misericordiosos como el Padre celestial los es.  Celebremos con mucha atención la Palabra y la presencia de nuestro Dios entre nosotros.
Bienvenidos.

PRIMERA LECTURA:
Dice el Rey David: ¿Quién puede atentar contra el ungido del Señor y quedar sin pecado?

SEGUNDA LECTURA
El hombre terreno tiene pensamientos terrenos: como es el hombre celestial, así serán los celestiales.

EVANGELIO:  
Atiende a esta enseñanza que nos da vida:  ¿qué haces de extraordinario?  Sean misericordiosos, no juzguen, no condenen.
ORACION DE LOS FIELES

Invoquemos, hermanos, a Dios todopoderoso con una oración tan pura y humilde, que merezca obtener lo que pedimos:  respondemos: escúchanos, Señor.

- Por la santa Iglesia de Dios: que todos, consagrados y fieles laicos, atendamos la enseñanza de sabiduría que nos da Jesucristo el Señor y nos comprometamos siempre a hacer el bien.
- Por nuestros gobernantes y por quienes tienen la responsabilidad civi; que Dios les conceda el espíritu de sabiduría que les haga beneficiar con sus decisiones a todo su pueblo, en especial a los más necesitados.
- Por quienes nos desprecian por causa de nuestra fe, por quienes persiguen a los cristianos, para que vean en nuestro comportamiento compromisos de perdón y reconciliación.
- Por quienes nos reunimos aquí a escuchar las enseñanzas de nuestro Dios; que seamos capaces de poner en práctica esa palabra que nos lleva a una nueva vida, a una mejor convivencia con todos.

Escucha, Señor,  nuestras oraciones y danos un corazón nuevo, para que seamos capaces de amar a nuestros enemigos y de orar por los que nos injurian, tal como nos lo mandó tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.

ANTIFONA DE LA COMUNION
(Sólo el monitor proclama esta antifona cuando el sacerdote baja a repartir la comunión)Jn 11, 27
Señor, yo creo que tú eres el Mesías, 
el Hijo de Dios vivo, 
el que tenía que venir al mundo

MONICION DE SALIDA: 
No te olvides:  el hermano que tienes frente a ti, el que te ofende, el que te critica, el que te acusa, es el ungido del Señor.  No puedes responder con ofensas o críticas.  Demuéstrale lo extraordinario de tu vida que está siendo instruida por el mismo Jesucristo, el Maestro que nos llama a una vida nueva.
Invoquemos la protección de la Santísima Virgen María: Bajo tu amparo...
Santa María de Guadalupe Reina de México....
Feliz domingo para todos.

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