sábado, 5 de octubre de 2019

DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C

DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO  Ciclo C

ENTRADA

Buenos días.
Hoy escuchamos dos textos muy duros de la Palabra de Dios.  Hoy Dios nuestro Señor nos cuestiona sobre nuestra mirada y nuestro actuar en beneficio de los pobres o sobre nuestra indiferencia.  Es Dios que nos invita a reconocer la conveniencia de actuar en solidaridad para con todos nuestros hermanos.  Es Dios que nos recuerda que los bienes de la naturaleza son para que todos los hombres tengamos una vida cómoda.
Bienvenidos a esta celebración dominical.

PRIMERA LECTURA
El profeta Amós es llamado profeta de solidaridad y hoy nos hace pensar si ayudamos a los necesitados o ni nos interesan.

SEGUNDA LECTURA
San Pablo nos invita a actuar como hombres de Dios, llevando una vida de rectitud, piedad y fe.

EVANGELIO
Otra parábola para nosotros.  Jesucristo nos hace acordarnos siempre de los necesitados.

ORACION DE LOS FIELES
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades, para que a nadie falte nunca la ayuda de nuestra caridad y digamos: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor)

- Que todo el pueblo de Dios practique las obras de caridad en especial beneficiando a los más necesitados.
- Que Dios conceda a los gobernantes el deseo de justicia buscando la unidad y el progreso de toda la nación.
- Que quienes buscan sinceramente a Dios lo encuentren en la persona de sus hermanos y aprendan a ser servidores como Jesucristo.
- Que Dios perdone nuestros pecados y no permita que caigamos en el pecado del egoísmo y la indiferencia.
- Que Dios recompense todo el bien que nos han hecho nuestros padres y nuestros amigos y a nuestros difuntos les lleve a la gloria eterna

Dios nuestro, escucha nuestras oraciones, haz justicia al oprimido y concédenos escuchar tu palabra que nos facilite usar nuestras riquezas para ganarnos también la vida eterna.  pr Jesucristo nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Jn 3, 16
En esto hemos conocido lo que es el amor de Dios:
en que dio su vida por nosotros.
Por eso también nosotros
debemos dar la vida por los hermanos.

SALIDA.
No podemos olvidar que los bienes materiales de este mundo deben ser para todos los hombres.  ¿Cómo hacer para que todos tengan lo suficiente? No basta la compasión.  Si es posible, haz algo por tus hermanos necesitados y apoya iniciativas que mejoren las condiciones de vida de los más desfavorecidos.

La Virgen María, que vive entre nosotros en el Tepeyac, nos alcance bendiciones de nuestro Dios.   Digamos juntos:
Dios te salve, reina y madre...
Feliz domingo
Feliz semana para todos.

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