ENTRADA
Bienvenidos a esta celebración.
Nos ponemos de pie y vamos a iniciar nuestra celebración en silencio. Mientras el sacerdote viene en la procesión, pensemos en la realidad de que somos pecadores y que necesitamos la misericordia de Dios. Vinimos a escuchar la invitación a convertirnos al camino de la santidad y vamos a escuchar las sugerencias que Dios mismo pone en nuestros corazones para dar pasos hacia una mejor vida. Participemos con atención y piedad.
PRIMERA LECTURA
D
SEGUNDA LECTURA
SEGUNDA LECTURA
T
EVANGELIO
ORACION DE LOS FIELES
Demos gracias a Dios Padre, que estableció en la sangre de Cristo una alianza nueva y eterna con su pueblo y la renueva en el sacramento del altar, y supliquémosle, diciendo:
Bendice, Señor, a tu pueblo.
Dirige, Señor, el sentir de los pueblos y la mente de sus gobernantes por los caminos de tu voluntad,
para que procuren con empeño el bien común.
Aumenta el fervor de aquellos que, habiéndolo dejado todo, siguieron a Cristo,
para que su vida sea luz para los hombres y claro testimonio de la santidad de tu Iglesia.
Tú que creaste a todos los hombres a imagen tuya,
haz que sintamos horror de las injusticias y desigualdades entre los hombres.
Llama a tu amistad y a tu verdad a los que viven alejados de ti,
y a nosotros enséñanos cómo podemos ayudarlos.
Admite a los difuntos en tu gloria,
para que te alaben eternamente.
ORACION
Al empezar esta Cuaresma, te pedimos, Señor, que nos des un verdadero espíritu de conversión: así la austeridad de la penitencia de estos días nos servirá de ayuda en nuestra lucha contra el espíritu del mal. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 1, 2-3
El que día y noche medita la ley del Señor,
al debido tiempo dará su fruto.
SALIDA.
Que la Santísima Virgen María interceda por nosotros.
digamos:Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas que te hacemos ante nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todos los peligros, oh Virgen gloriosa y bendita
ruega por nosotros, santa Madre de Dios
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo, Amén.
ruega por nosotros, santa Madre de Dios
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo, Amén.
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