domingo, 14 de junio de 2020

DOMINGO XI DEL T. O CICLO A

DOMINGO XI DEL TIEMPO ORDINARIO     CICLO A

ENTRADA

Regresamos a la celebración de nuestra fe en el tiempo ordinario de nuestro calendario litúrgico.  Dios nos habla por los acontecimientos de nuestra vida y por su Palabra.  Estamos llamados a ser propiedad personal de nuestro Dios.  Como a los apóstoles nos capacita y nos envía al servicio de nuestros prójimos, a sanar a los enfermos, a hacer presente el reino de Dios. 
Llenos de alegría participemos piadosamente  de esta celebración dominical.

PRIMERA LECTURA
Dios se forma un reino de sacerdotes, una nación consagrada, pueblo de su propiedad.
SEGUNDA LECTURA
Cuando aún éramos pecadores Dios nos reconcilió con El por la muerte de su Hijo.
EVANGELIO
Faltan trabajadores en el campo del Señor. Debemos pedir ministros y sabernos apóstoles de Jesucristo.

ORACION DE LOS FIELES 

Oremos, confiadamente al Señor que sabe cuáles son las verdaderas necesidades de los hombres, diciendo: Señor Jesús, escúchanos. (R/. Señor Jesús, escúchanos.) 

-  Porque cada uno de nosotros nos sintamos llamados por Jesucristo a compartir su palabra y atraer a muchos hermanos a su alabanza.
- Por los gobernantes de nuestra Patria y de todos los pueblos, que tomen las decisiones correctas para beneficiar a todos procurando la salud, la paz y la justicia
- Por quienes viven desconfiados por la situación actual de enfermedad, para que poniendo nuestra parte se logre pronto la salud de todos y recuperar la tranquilidad y la alegría.
- Por todos los que participamos de la santa misa, que la Palabra de Dios nos fortalezca y nos haga sentirnos elegidos como los apóstoles para proclamar las maravillas del señor.
Dios nuestro, que nos has elegido para formar parte de tu pueblo, escucha nuestras oraciones  y concédenos vivir en plena unión contigo, tanto en el sacrificio de alabanza como en el servicio a nuestros hermanos, para que así lleguemos a ser delante de los hombres anunciadores y testigos del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 26,4
Una sola cosa he pedido
y es lo único que busco,
habitar en la casa del Señor 
todos los días de mi vida 


SALIDA.
Sintámonos protegidos por nuestro Dios. Somos personalmente y como comunidad, propiedad personal de Dios.  Para nuestros hermanos  somos apóstoles, enviados personalmente a fomentar la esperanza de salud y bienestar entre nuestros vecinos.  Cristo nos envía a hacerlo presente donde quiera que estemos, esa es nuestra parte en la Alianza que celebramos.
Que la Santísima Virgen interceda por todos nosotros y por todo el mundo.  Digamos juntos: bajo tu amparo nos acogemos...
Buen domingo y feliz semana para todos.  

No hay comentarios: