sábado, 1 de agosto de 2020

DOMINGO XVIII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A

DOMINGO XVIII DEL TIEMPO ORDINARIO     CICLO A

ENTRADA

Buenos días.
San Pablo provoca que valoremos el inmenso amor que Dios nuestro Padre nos tiene, pues si nos ha manifestado su amor a través de su propio Hijo, qué persona o qué situación por difícil que sea podrá oponerse a que nosotros experimentemos ese amor.
y Jesucristo nos llama a vigilar por las necesidades de nuestros hermanos y no esperar que otra persona o que sólo Dios los ayude

Bienvenidos a esta celebración.

PRIMERA LECTURA
Por voz del profeta, Dios anuncia una invitación a un banquete. ¡gratis¡  Sólo nos pide confiar en El
SEGUNDA LECTURA
¿Quién podrá alejarnos del amor que Dios Padre nos manifiesta?
EVANGELIO
La Eucaristía es Cristo mismo que nos une a sí mismo para hacernos responsables de los hermanos.

ORACION DE LOS FIELES 
Invoquemos, hermanos, a Dios Padre, comprometidos a manifestar el amor que hemos recibido a través de Jesucristo su Hijo.  Vamos diciendo: escúchanos, Señor.

- Por el Papa, los obispos y los sacerdotes, que identificados con Jesucristo sepan alimentar la esperanza de una vida mejor si nos hacemos responsables de las necesidades de los más necesitados.
- Que no dudemos nunca del amor que nos tienes, del interés por nuestra salud física y espiritual y que aprovechemos para nuestro bien tu Palabra y tus sacramentos.
- Por todas las personas que están sufriendo por la pandemia de coronavirus; que sepamos solidarizarnos con ellos en su dolor y hagamos lo necesario para no contaminarnos ni contaminar a otros.
- Que Dios mire con misericordia a cada uno de nosotros y aprovechemos esta oportunidad para acercarnos a Dios y reconozcamos que somos frágiles y qué sólo en El está nuestra esperanza de un tiempo mejor. 

Señor Dios, que nos has mostrado tu amor en Jesucristo tu Hijo, líbranos de todos los males que no podemos resolver y llama a todos tus hijos a confiar sólo en tí.  te lo pedimos por el mismo Cristo nuestro Señor.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 6, 35 

Yo soy el pan de vida, dice el Señor. 
Quien venga a mí no tendrá hambre, 
y quien crea en mí no tendrá sed. 

SALIDA.

Atendamos las instrucciones de nuestras autoridades y pongamos lo que esté de nuestra parte para evitar contagios y así terminar con la pandemia.
Pidamos a la Virgen María su protección.
Bajo tu amparo nos acogemos...

No hay comentarios: