sábado, 29 de agosto de 2020

DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO A

DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO     CICLO A

ENTRADA

Buenos días.
Qué traes ahora entre tus manos como ofrenda para nuestro Dios.  
No basta con unas flores o un regalo.  Dios mismo nos indica qué espera de nosotros.
Los textos de la Palabra que vamos a meditar nos llaman la atención sobre la adhesión a una realidad, a una persona.  Es nuestro Dios quien espera de cada uno de nosotros una entrega total, como la del profeta, como la de Jesucristo.  Una entrega total que nos va transformando cada día a ser seguidores perfectos, ofrenda agradable, ofrenda eucarística, de alabanza a nuestro Dios.

Bienvenidos a esta celebración.

PRIMERA LECTURA
El profeta, apegado a su Señor, reconoce en sí mismo un fuego ardiente, imposible de contener. Atendamos.
SEGUNDA LECTURA
La Palabra de Dios nos sugiere dejarnos transformar internamente para saber distinguir la voluntad de Dios
EVANGELIO
Jesucristo anuncia su pasión y manifiesta una adhesión total al plan de Dios. 

ORACION DE LOS FIELES 
Pidamos, hermanos, al Señor que dé oídos a las súplicas de su pueblo, diciendo: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.) 

- Por toda nuestra Iglesia.  El Papa, los obispos, sacerdotes y fieles; que el Señor fortalezca nuestra esperanza y así nos mantengamos siempre fieles a su Palabra que nos transforma.
- Por todos los enfermos, que encuentren con la ayuda de Dios, la salud deseada.  Por quienes los atienden, que lo hagan con la entrega, como quien sirve a Cristo el Señor.
- Por todos nosotros, que aprendamos a hacernos ofrenda eucarística, ofrenda de alabanza, que alcance junto a Cristo el Señor, bendiciones para todos los hombres.
- Por todos nuestros difuntos, que el Señor, en su bondad, los acoja en el cielo y los una a los coros de los santos que lo alaban eternamente

Escucha nuestras oraciones, Dios, Padre nuestro; que con la ayuda del Espíritu Santo sepamos distinguir lo correcto, lo que es bueno, lo que te agrada, a ejemplo de Jesucristo nuestro Señor que vive y reina por los siglos de los siglos.  Amén


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 30, 20 
Qué grande es tu bondad, Señor, 
que tienes reservada para tus fieles. 

SALIDA.

En el silencio del Sagrario podemos escuchar cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas y para responderle con toda nuestra persona.
Les recuerdo una invitación a visitar todos los días a nuestro Señor en el Sagrario.  Está expuesto todos los días para nuestra oración, para consagrar a El nuestras familias y presentarle nuestras necesidades.  
También  a participar en el rezo del santo rosario todos los días a las seis de la tarde. Le pedimos a la Santísima Virgen María su intercesión por nuestras necesidades y nuestros enfermos.
Bajo tu amparo nos acogemos...

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