sábado, 27 de agosto de 2016

DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO           CICLO C

Al monitor:  saluda a la gente diciendo buenos días y espera a que estèn de pie y vièndote, que estén atentos ya a ti.  ahora sì puedes decir la monición de entrada.

ENTRADA
Buenos días:
Jesucristo llama la atención con sus enseñanzas y con su práctica de la misericordia y nos invita a ser misericordiosos también.  Cambia los valores convencionales por los valores del reino de Dios.  Esta es una revolución.  Ante las comodidades cotidianas propone actitudes nuevas y convenientes para todos sus seguidores que benefician preferentemente a los pobres 
Bienvenidos.


PRIMERA LECTURA
No podemos dejar de escuchar la experiencia de los sabios, es la palabra de Dios que queda en nuestro corazón.

SEGUNDA LECTURA
A Dios lo conocieron los israelitas en medio de manifestaciones de poder; hoy nosotros debemos encontrarlo en medio de la sencillez, en la humildad del cuerpo de Cristo.

EVANGELIO
Entre otras razones, Cristo es condenado a muerte por las actitudes que provoca cambiando las costumbres del pueblo. No es más importante el que más dinero tiene, sino que es más importante para tí quien más te necesita.

ORACIÓN DE LOS FIELES
Pidamos, hermanos, al Señor que dé oídos a las súplicas de su pueblo, diciendo: Escúchanos, Señor. (R/. Escúchanos, Señor.)
Pidamos a Dios porque no falte en nuestra Iglesia la voz del Papa y los obispos que nos anuncien los valores del reino, que no son iguales ni parecidos a los que constantemente vivimos.
Pidamos por todos los que escuchamos la Palabra de Dios, que pronto busquemos la posibilidad de responder con grandes frutos de misericordia.
Por los enfermos, los viajeros, los expatriados; pidamos a Dios por los moribundos, que todos sientan cercana la presencia de Dios en las manos bondadosas que los atienden.
Por todos los difuntos, para que en su bondad, quiera admitirnos en el coro de los santos y elegidos recompensándolos por sus buenas obras.
Dios nuestro, que invitas a pobres y pecadores al banquete alegre de la nueva alianza, escucha nuestras oraciones y haz que sepamos honrar a tu Hijo en los enfermos y en los humildes, a fin de que, alrededor de tu mesa, nos reconozcamos mutuamente como hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN  Sal 30, 20
Qué grande es tu bondad, Señor, 
que tienes reservada para tus fieles.

SALIDA
La práctica común que dice "tu vales por lo que tienes" es completamente contraria a la enseñanza evangélica; Jesucristo vivió siempre dedicando más atención a los pobres, a los enfermos, a los necesitados, a los últimos.  Ese es el ejemplo de humildad que nosotros hemos de imitar.  Buen domingo para todos.

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