Buenos días.
Jesucristo resucitado se presenta a los apóstoles y les saluda con el saludo clásico de los cristianos: La paz sea con ustedes. Y ese es el deseo también para nosotros.
Bienvenidos a esta celebración dominical.
PRIMERA
LECTURA
San Lucas narra con muchos detalles el acontecimiento de Pentecostés. Pongamos mucha atención.
SEGUNDA
LECTURA
Hemos
sido bautizados en un mismo Espíritu y así Jesús nuestro Señor nos ha
donado su Espíritu para que seamos mejores discípulos.
EVANGELIO
San Juan fija nuestra atención en el hecho de que por el Espíritu Santo se perdonan los pecados.
ORACIÓN
DE LOS FIELES
Oremos,
hermanos, e invoquemos a Cristo, que, entronizado a la diestra de
Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, y pidámosle
que lo derrame sobre la Iglesia y sobre todo el mundo diciendo: Te
rogamos, Señor. (T. Te rogamos, Señor.)Pidamos a Cristo resucitado que derrame abundantemente el Espíritu Santo sobre nuestros obispos, sobre el papa y todos los pastores del la Iglesia a fin de que conduzcan a su pueblo por caminos de salvación.
Que así como el Espíritu Santo destruyó la división de Babel llamando a todos los pueblos a la misma fe, todos los hombres del mundo nos empeñemos en vivir en unidad evitando divisiones y guerras.
Al vencedor de la muerte pidamos consuelo para los que sufren, que encuentren fuerza y consuelo en la contemplación de la victoria de Cristo resucitado y que este misterio de salvación los anime a alcanzar la plenitud de la gloria.
Que el Espíritu Santo nos recuerdo todas las enseñanzas de Cristo el Señor y nos haga vivir dando testimonio de su presencia en nuestras vidas.
Que el Espíritu Santo permanezca en nosotros y nos provoque ser piedras vivas en el templo eterno de Dios, donde otros hermanos nuestros se sientan confiados a vivir según su propio bautismo
Escucha, Señor, las oraciones de tu pueblo y haz que renovados y fortalecidos por tu Espíritu, vivamos continuamente la novedad pascual y lleguemos también a las fiestas de la Pascua eterna. Por Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN
(Esta
antífona se dice
cuando el sacerdote empieza
a repartir la comunión
Hch
2, 4. 11
Todos
quedaron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban las maravillas de
Dios. Aleluya.
(Y
se le pide a los fieles repetirla cuando el sacerdote está
purificando los vasos sagrados)
SALIDA
El
Espíritu Santo nos hace tratarnos como hermanos, como hijos de Dios.
Que El sea quien oriente nustras vidas a servir, a amar y a
manifestarnos como discípulos del Señor resucitado.Buen domingo para todos.
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