PRIMER DOMINGO DE CUARESMA CICLO C

De la Instrucción General del Misal Romano

Las maneras de pronunciar los diversos textos

38. En los textos que han de pronunciarse en voz alta y clara, sea por el sacerdote o por el diácono, o por el lector, o por todos, la voz debe responder a la índole del respectivo texto, según éste sea una lectura, oración, monición, aclamación o canto.

Importancia del canto

39. Amonesta el Apóstol a los fieles que se reúnen esperando unidos la venida de su Señor, que canten todos juntos salmos, himnos y cánticos inspirados (Col 3,16). Pues el canto es signo de la exultación del corazón  De ahí que San Agustín dice con razón: “Cantar es propio del que ama”, mientras que ya de tiempos muy antiguos viene el proverbio: “Quien canta bien, ora dos veces”.

40. Téngase, por consiguiente, en gran estima el uso del canto en la celebración de la Misa, atendiendo a la índole de cada pueblo y a las posibilidades de cada asamblea litúrgica. Aunque no sea siempre necesario, como por ejemplo en las Misas feriales, cantar todos los textos que de por sí se destinan a ser cantados, hay que cuidar absolutamente que no falte el canto de los ministros y del pueblo en las celebraciones que se llevan a cabo los domingos y fiestas de precepto.

Sin embargo, al determinar las partes que en efecto se van a cantar, prefiéranse aquellas que son más importantes, y en especial, aquellas en las cuales el pueblo responde al canto del sacerdote, del diácono o del lector, y aquellas en las que el sacerdote y el pueblo cantan al unísono.

41. En igualdad de circunstancias, dése el primer lugar al canto gregoriano, ya que es propio de la Liturgia romana. De ninguna manera se excluyan otros géneros de música sacra, especialmente la polifonía, con tal que sean conformes con el espíritu de la acción litúrgica y favorezcan la participación de todos los fieles.

Como cada día es más frecuente que se reúnan fieles de diversas naciones, conviene que esos mismos fieles sepan cantar juntos en lengua latina, por lo menos algunas partes del Ordinario de la Misa, especialmente el símbolo de la fe y la Oración del Señor, usando las melodías más fáciles.

PRIMER DOMINGO DE CUARESMA    CICLO C

El monitor pide a la gente ponerse de pie y repetir lo siguiente, frase por frase.

Me invocará y yo lo escucharé; 

dice el Señor,

lo libraré y lo glorificaré; 

prolongaré los días de su vida.

MONICION DE ENTRADA:

Buenos días.  Mientras recibimos al sacerdote, y siguiendo el canto, pensemos en nuestros pecados para buscar la misericordia de nuestro Dios.

PRIMERA LECTURA:

Atiende esto: también nosotros debemos hacer un repaso de nuestra historia como personas religiosas y como pueblo de Dios

SEGUNDA LECTURA: 

Esta es la base de nuestra relación personal con Cristo: creemos y demostramos lo que creemos.

EVANGELIO:  

Jesucristo vence las tentaciones porque se ha fortalecido con el ayuno y la oración.

ORACION DE LOS FIELES

Intercedamos, amados hermanos, ante la divina clemencia, implorando la misericordia divina en favor de todos los hombres y suplicando el perdón para cuantos hemos pecado: (R/. Escúchanos, Señor.)

- Para que hagamos sinceramente un buen examen de conciencia que nos haga sentir vergüenza de nuestra mala conducta, de nuestra falsedad y nos haga notar la urgencia de la conversión

- Para que nosotros busquemos la fuerza necesaria para nuestra conversión en la oración y en los sacramentos.  Que aceptemos a Cristo como nuestro salvador y nuestra fortaleza.

- Para que quienes se han alejado de la práctica religiosa por nuestras culpas, reconozcan nuestro arrepentimiento y regresen a los caminos de la fraternidad y la caridad.

- Para que escuchemos la Palabra de Dios que nos guía por caminos de sinceridad y verdad, de alegría y caridad y nos dejemos guiar siempre por el amor de Dios para con el prójimo

- Que nuestros corazones sean una tierra bien preparada para que la Palabra de Dios que vamos escuchando dé en nosotros los frutos de conversión que Dios espera.

Escucha, Señor, la voz de tu Iglesia que, desde el desierto del mundo, te invoca, extiende sobre nosotros tu mano misericordiosa y haz que por medio de la penitencia, la austeridad y la acción, venzamos las tentaciones del Maligno. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTIFONA DE LA COMUNION

(Sólo el monitor proclama esta antifona cuando el sacerdote baja a repartir la comunión)

Sal 90,4

El Señor te cubrirá con sus plumas,

y bajo sus alas encontrarás refugio.

MONICION DE SALIDA: 

Cuánto amor nos ha mostrado Dios a lo largo de nuestra vida, a lo largo de la historia de nuestro pueblo.  Por eso es que compartimos nuestra fe, nuestra confianza en Dios que nos protege, que nos perdona, que nos guía y nos cuida.  Y que nos ha dado como madre nuestra a su propia madre.

Invoquemos su protección diciendo: Bajo tu amparo...

Santa María de Guadalupe Reina de México....