sábado, 27 de abril de 2019

DOMINGO II DE PASCUA

DOMINGO II DE PASCUA

ENTRADA
Como saludo de bienvenida, digamos juntos:
VERDADERAMENTE HA RESUCITADO EL SEÑOR, 
ALELUYA,

Ante la incredulidad del hombre y ante la dureza de nuestro corazón, Dios se manifiesta misericordioso apareciéndose nuevamente ante su pueblo para confortarnos, para darnos la paz, anunciarnos el perdón de los pecados y capacitar con el poder del Espíritu Santo a los apóstoles para reconciliarnos con Dios Padre.  Abramos nuestro corazón para disfrutar la alegría que el Señor Resucitado quiere compartirnos.

PRIMERA LECTURA
Los apóstoles manifiestan la resurrección del Señor con signos, milagros que manifiestan el poder y la misericordia de Dios para su pueblo. 

SEGUNDA LECTURA
En su misericordia, Dios nos permite ver lo que hay en el cielo, en la eterna fiesta del cielo, en que se manifiesta vivo el que antes estaba muerto.

EVANGELIO
Jesucristo se presenta un domingo ante sus apóstoles y los llena de poderes.  Y se presenta un domingo después, como ahora también domingo, se presenta entre nosotros.

HORACION DE LOS FIELES
Llenos de gozo por la santa resurrección del Señor, purificados nuestros sentimientos y renovado nuestro espíritu, supliquemos al Señor, diciendo: Rey vencedor, escúchanos. R/. Rey vencedor, escúchanos.

- A Cristo, vencedor del pecado y de la muerte, pidámosle que nos conceda a todos nosotros vernos libres del pecado y empeñarnos en una nueva vida.
- A Cristo, que ha otorgado el perdón a los pecadores, pidamos que nos conserve los dones que nos ha proporcionado la misericordia divina.
- A Cristo, que ha dado una nueva vida al mundo por su resurrección, conceda a todos los hombres del mundo conocerlo y vivir de acuerdo a la vida nueva que nos da.
- A Cristo, que ha llenado a todos los pueblos con sus dones, pidamos que llene de alegría a los tristes y salud a los enfermos.
- A Cristo resucitado, pidamos que llene de dones materiales y espirituales a quienes celebramos hoy la fiesta de la Divina Misericordia.

Señor, Dios nuestro, escucha nuestra oración y danos la fuerza de tu Espíritu, para que, destruidas las fuerzas del mal, te ofrezcamos, juntamente con nuestro amor, el obsequio de nuestra obediencia libre. Por Jesucristo, nuestro Señor, que vive y reina, inmortal y glorioso, por los siglos de los siglos.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 20, 27
Jesús dijo a Tomás: 
Acerca tu mano, 
toca los agujeros que dejaron los clavos 
y no seas incrédulo, 
sino creyente. Aleluya.

SALIDA.
Mañana nos regresamos a nuestras ocupaciones normales.  Pidamos con constancia que Jesús sea nuestro compañero de camino, quien nos llene de alegría cada día y nos libre de cualquier mal.  Invoquemos hoy a la Virgen María, Madre de la Iglesia diciendo:

Reina del cielo,
 alégrate, 
aleluya.
Porque Cristo, 
a quien llevaste en tu seno, 
aleluya.
Ha resucitado 
según su palabra, 
aleluya.
Ruega al Señor por nosotros, 

aleluya.
Feliz día de la Misericordia.
Feliz semana para todos.

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