sábado, 24 de agosto de 2019

DOMI NGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO CICLO C

DOMINGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO  Ciclo C

ENTRADA

Buenos días.
La Palabra de Dios que escucharemos nos recuerda el plan de Dios que es salvar a todos los hombres del mundo, aunque ahora no lo conozcan, pues nuestra tarea es anunciar este mensaje de salvación.
Bienvenidos a esta celebración dominical.

PRIMERA LECTURA
El libro del profeta Isaías termina mencionando el plan de salvación universal: todos los hombres están llamados a alabar a nuestro Dios.
SEGUNDA LECTURA
Hay momentos difíciles en nuestra vida, oportunidades para descubrir alguna corrección de parte de nuestro Padre Dios.
EVANGELIO
Cristo nos aclara que la salvación se conquista y que no podemos asegurar que ya la hemos logrado.
ORACION DE LOS FIELES
Pidamos, hermanos, al Señor que venga en nuestro auxilio y, por el honor de su nombre, escuche nuestra oración. Digamos con fe y devoción: Te rogamos, Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
- Pidamos a Dios que todos los consagrados, el Papa, los obispos, los sacerdotes, practiquen lo que enseñan y no se contenten sólo con proclamar la Palabra de Dios.
- Que Dios conceda abundantes cosechas a los campesinos y a todos los suficientes bienes materiales para que tengamos una vida cómoda con sus bendiciones.
- Que nos conceda un corazón generoso para que sepamos compartir nuestros bienes con los que menos tienen y hagamos presente el amor de Dios entre todos nuestros hermanos.
- Que nos otorgue un vivo deseo de esforzarnos por lo que en realidad es importante, por alcanzar un lugar junto a El en la gloria, limpios de pecado y desbordantes en la caridad y la misericordia.
- Que Dios otorgue bienes espirituales y materiales a nuestros familiares y bienhechores para que quienes nos comparten su amor y caridad, sean recompensados con las bendiciones espirituales y materiales que necesiten.

Dios nuestro, que invitas a los hombres a entrar por la puerta estrecha de la cruz hacia el gozoso banquete de tu reino, escucha nuestras oraciones y danos la fuerza de tu Espíritu, para que, siguiendo las huellas de tu Hijo, tengamos parte en la mesa festiva de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 6, 54
El que come mi carne y bebe mi sangre, 
tiene vida eterna, dice el Señor, 
y yo lo resucitaré en el último día.

SALIDA.
Nuestro camino hacia el cielo tiene a veces dificultades y así fortalecemos nuestra decisión; Dios mismo nos acompaña con su palabra, con los sacramentos y con el Espíritu Santo que nos vivifica y nos orienta hacia la vida eterna.  Pero nosotros debemos poner empeño como en el mejor negocio

La Virgen María intercede por nosotros siempre que la invocamos Digamos juntos:
Dios te salve, reina y madre...
Feliz domingo 
Feliz semana para todos.

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